Horacio es meeting planner de profesión, trotamundos de oficio y director de Global Accounts Latin America, con más de 25 años de experiencia en la industria del turismo. Le gusta mucho llamarse Curador de Viajes y Experiencias en el Sector MICE.
“Disfruto mucho de viajar y de tener la increíble oportunidad de interactuar con distintas culturas. El detalle en mi vida profesional y personal es mi marca registrada en todo lo que hago. Me encanta planificar complejos y originales viajes de incentivos para mis clientes donde la experiencia es el gran diferenciador de mi servicio. Le dedico mucho tiempo a escucharlos y a entender realmente lo que necesitan. Me llevo muy bien con la creatividad y el diseño”.
Daniel empezó en una agencia de viajes, en donde pasó por distintas áreas a lo largo de los años. Luego fundó su propia agencia llamada MEDIEVAL E.V. y T. enfocada en el sector MICE, corporativo y recreativo. Con 25 años de funcionamiento, se ha consolidado como la agencia de viajes oficial para importantes eventos nacionales e internacionales.
“El turismo está en mis genes. Mi abuelo tuvo, entre otras cosas, una agencia de viajes y mi mamá trabajó hasta que yo nací en la agencia donde luego empecé yo. Reconozco todos los procesos de negociación de las agencias de viaje porque me tocó trabajar en cada área de las mismas. Hace más de dos décadas soy el diseñador de mi propio negocio”.
En una de las tantas Ferias Internacionales del sector a las que asistimos, en esta ocasión en Alemania, Frankfurt, un stand nos llamó la atención por encima de todo lo que hasta el momento habíamos visto. Aquello que tuvimos frente a nuestros ojos nos motivó por largo tiempo a proyectar Shoeshine Buenos Aires.
El stand era, a simple vista, diferente a los demás pues una gigantografía promocionando el Destino dominaba la atención junto a dos sillas con dos lustradores uniformados y sus típicos cajones de madera, apoya pie y el banquito.
Nos sentamos y, mientras los lustradores de zapatos hacían su trabajo, conversamos con ellos y entre nosotros. Algo nuevo estaba apareciendo en nuestra mente en ese preciso instante. comenzamos a imaginar lo que más tarde tomaríamos como una misión: revitalizar el oficio en Latinoamérica, en una mixtura entre lo tradicional y lo actual.
Un cómodo y elegante asiento, un lugar donde intercambiar información, un momento sólo para uno y sus decisiones. Una oportunidad brillante para dar el próximo paso.
Esto es Shoeshine Buenos Aires, una herramienta innovadora y eficaz para obtener la atención de nuestros potenciales clientes o prospectos, en el lugar más cómodo para hacer grandes negocios.
“BUENOS AIRES TIENE ESE QUÉ SE YO, VISTE”.
Por estas cosas que dice el tango y que la ciudad contiene de forma tan polifacética y singular al mismo tiempo, los lustrabotas han sido, y aún lo son, parte de la escenografía porteña.
Con su cajón lleno de latas de pasta y cepillo, asiento bajo y un delantal, ocupan lugares estratégicos como el obelisco, la puerta de algunos teatros o cines, estaciones de subte, rincones de calle Lavalle, de Florida, entre otros lugares. Ese “qué se yo” es la indescriptible pintura cotidiana de un sitio en el mundo donde se privilegia el diálogo.
Hablar con el lustrabotas es parte del día para muchos. Oficio que lleva tiempo aprenderlo, que se ha pasado de mano en mano dentro de una familia, que sabe más que nada de constancia y de venta directa.
Oficio que Shoeshine Buenos Aires vuelve a poner en acción pero en otros escenarios, para resignificar y empoderar la capacidad de propiciar valiosos intercambios.